Hoy, con 45 años, Emiliano es docente universitario y se convirtió en el primer profesor de Educación Física con discapacidad del país, abriendo camino a nuevas generaciones que ya cursan y egresan en distintas instituciones gracias a su ejemplo.
Por Leandro Escobedo – Profesor de Economía – Comunicador

A los 17 años, mientras nadaba en el Club Ituzaingó, una mujer se acercó y le preguntó si podía darle clases a su hijo, que tenía una discapacidad similar a la suya.
Ese día, Emiliano Naranjo descubrió su vocación. “Me di cuenta de que mi mayor fortaleza está donde todos creen que se encuentra mi debilidad: en el movimiento”, recuerda.
Hoy, con 45 años, Emiliano es docente universitario y se convirtió en el primer profesor de Educación Física con discapacidad del país, abriendo camino a nuevas generaciones que ya cursan y egresan en distintas instituciones gracias a su ejemplo.
Nació con una encefalopatía crónica no evolutiva —mal llamada parálisis cerebral—, una condición que afecta su coordinación motriz, pero no su pasión por enseñar. Se formó con perseverancia, enfrentando un contexto social lleno de prejuicios, y hoy dicta clases en la Universidad Nacional de Burlinghton, además de participar en diversos espacios académicos y deportivos.
💬 “El prejuicio fue siempre la principal barrera”“La mayor dificultad a la que me enfrenté durante la carrera es la que viven todas las personas con discapacidad: el prejuicio.
La sociedad, en general, no nos considera potenciales trabajadores. Prefieren contratar a personas sin discapacidad antes que hacer algún ajuste o adaptación.
Eso genera un desempleo estructural y una exclusión silenciosa que nos atraviesa desde hace décadas”, explica.
Según Emiliano, los números lo confirman: “El cupo laboral del 4% para personas con discapacidad se cumple en menos del 1%. Además, cuando se sancionó esa ley, la población total del país y la cantidad de personas con discapacidad eran mucho menores. Hoy ese porcentaje debería readecuarse”.
Pero el problema no es solo estadístico. “La vida cotidiana de una persona con discapacidad es más cara —aclara—. Necesitamos apoyos para tareas básicas, desde manejar un auto hasta alcanzar un producto en una góndola. En mi caso, puedo pagarle a alguien que me ayude, pero muchos no. Por eso sería necesario compatibilizar la pensión con un trabajo formal: no para duplicar ingresos, sino para sostener una vida digna.”

Emiliano Naranjo es magíster, licenciado y profesor de educación física de la UBA
“Los libros no tienen prejuicios”
Cuando se le pregunta qué mensaje quiere dejar a quienes temen estudiar o buscar trabajo, Emiliano ofrece una metáfora luminosa:
“A veces uno cree que le tocaron malas cartas. Pero lo importante no es qué cartas te tocan, sino cómo las jugás. La única manera de transformar una mala mano es educarse. La educación cambia las cartas.”
Y agrega, con ternura y contundencia:
“Invito a todos a rodearse de libros. Los libros no tienen prejuicios: te ofrecen lo que tienen, sin juzgarte. Al leer descubrís que otro mundo es posible, que podés interpretarlo, cambiarlo. La educación es el verdadero camino hacia la libertad.”
⚖️ “No es la discapacidad lo que está en emergencia: es la dignidad”
Consultado sobre la Ley de Emergencia en Discapacidad, Emiliano se detiene a reflexionar:
“Las personas con discapacidad vivimos en emergencia desde siempre. Emergencia laboral, sanitaria, social. La ley debe cumplirse, pero más allá de eso, el desafío es ético: la democracia se mide por cómo tratamos la dignidad de cada vida.”
Con serenidad pero con firmeza, concluye:
“No es la discapacidad lo que está en emergencia.
Lo que está en emergencia es la dignidad humana.”
🌟 Un pionero que abre caminos
Gracias a su lucha, su talento y su coherencia, Emiliano Naranjo se transformó en un referente.
Su historia no solo derriba prejuicios: abre una puerta simbólica y real para que otras personas con discapacidad puedan estudiar, enseñar, trabajar y vivir con autonomía y orgullo.
Desde su casa en Morón, donde vive solo, continúa enseñando con el mismo entusiasmo de aquel joven de 17 años que descubrió que enseñar era, en realidad, una forma de sanar y transformar al mundo.
“Cualquier vida es digna y merece ser vivida.
Y cualquier cuerpo puede enseñar, si se le da la oportunidad.”
Sobre el autor:
Leandro Escobedo es profesor de Economía y comunicador. A partir de una neuropatía motora que transformó su vida, decide enfocarse en visibilizar las realidades y los derechos de las personas con discapacidad. Propone así e impulsa una mirada inclusiva que pone en valor la autonomía, la educación y la dignidad como pilares de una sociedad más justa.

Leandro Escobedo
Colaborador Infinito Online
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